Han pasado 20 años desde aquel vuelo que capturó la atención del mundo entero.
Lo que inició como un vuelo normal que partía desde Burbank a New York terminó con un aterrizaje de emergencia dirigido por el piloto para línea aérea Scott Burke en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
El 21 de septiembre del 2005, el vuelo 292 de JetBlue Airways, poco después de su despegue, los pilotos se percataron de que no podían retraer el tren de aterrizaje.
Para ello realizaron un vuelo bajo por el aeropuerto municipal de Long Beach, antes de aterrizar se observó que la rueda de morro estaba rotada noventa grados a la izquierda, en perpendicular a la dirección del fuselaje del avión.
Ante esta emergencia, el capitán Scott Burke, decidió volar el Airbus A320 en círculos sobre el océano Pacífico
Luego cerca del aeropuerto de Los Ángeles, durante horas, con el fin de quemar combustible y reducir el riesgo de incendio durante el aterrizaje.
Los pasajeros fueron informados, preparados y apoyados en todo momento por la tripulación.
Incluso, algunos pudieron seguir el desarrollo de su propio vuelo en vivo a través de los monitores de televisión disponibles en sus asientos ya que los aviones de JetBlue estaban equipados con televisión por satélite DirecTV.
El aterrizaje se realizó de manera suave, sin que se registraran heridos.
En tan solo siete minutos, los pasajeros lograron desembarcar del avión. Este suceso es más que un simple aterrizaje de emergencia exitoso, es un poderoso recordatorio de lo que se puede lograr con preparación, serenidad y liderazgo.
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